jueves, 29 de mayo de 2008


HACIENDO LAZOS CONTRA LA SOLEDAD

UN GRUPO DE PSICOLOGOS Y PROFESIONALES DE LA SALUD MENTAL CREAMOS HACIENDO LAZOS!!!

EN PRO DE VENCER LA SOLEDAD, LOGRAR UN ESPACIO DE CONTENCION Y CONOCER PAREJA O AMIGOS

LO INVITAMOS A PASAR UN GRATO MOMENTO COORDINADO POR PROFESIONALES

CON CHARLAS REFLEXIVAS, JUEGOS INTEGRADORES, PASATIEMPOS , Y UN LUNCH
REUNIONES ORGANIZADAS SEGÚN FRANJAS DE EDADES Y PERSONALIZACION EN LA CONFORMACION DE LOS GRUPOS

EL OBJETIVO ES AMPLIAR LAS FORMAS DE CONOCER GENTE Y RELACIONARSE, MEJORAR LOS LAZOS SOCIALES PARA TODOS AQUELLOS QUE EXPERIMENTAN SOLEDAD

VIERNES Y SABADOS DE 22 HS A 0.30 HS

ZONA OLIVOS
PRESENTACION D.N.I. Y VIGILANCIA

ENTREVISTA TELEFONICA PREVIA
COMUNICARSE AL (011) 4761-2413

domingo, 17 de febrero de 2008

UNA FABULA INTERESANTE: LA BUROCRACIA

Cuenta la historia, según Gustavo Cirigliano (Profesor en Ciencias de la Educación), que el origen del asado data a partir de una ocasión en que se incendió un bosque y los cerdos que allí vivían quedaron asados.
Fue así que cada vez que se quería comer cerdo asado se prendía fuego a otro bosque.
Pero algunos cuestionaron el método y se intentó pues, modificar el SISTEMA. Así se reunieron congresistas, seminaristas, se hicieron conferencias, tratados, para hallar soluciones.

Se había montado una estructura muy compleja para asar cerdos: especialistas en sectores ,los encendedores, los encargados de fuego diurno, nocturno, de invierno, verano…..
Directores generales de Asamiento, Administrador General de Forestación Incendiable, Comisión Nacional de Entrenamiento, Profesional de Porcología….


Un día llegó un encendedor de fuego diurno matinal, llamado Juan Sentido Común y dijo que la solución era muy sencilla si se elegía al chancho, se lo mataba, limpiaba, trozaba adecuadamente y se lo ponía sobre un enrejado metálico o armazón, arriba de unas brasas, hasta que por efecto del calor se encontrara a punto.

Las respuestas a semejante propuesta fueron: “lo que usted dice está bien pero solo en teoría, en la práctica no resultará”. ¿Qué hacemos con los encendedores de diversas especialidades?
¿Y los especialistas en semillas? ¿Usted cree que si fuera tan simple, tendríamos tantos especialistas, congresos, seminarios, profesionales perfeccionándose en el extranjero?
¿Y qué hacemos con los bosques ya preparados?
¿Qué hago con la Comisión Redactora de Asado? ¿Y el ingeniero de Porcopirotecnia?
EL SISTEMA ES BUENO: HAY QUE MEJORAR LO QUE TENEMOS Y NO CAMBIARLO!!
A usted lo que le falta es Sensatez, Sr. Sentido Común!
Uno desde afuera dice: “lo arreglo todo”. Le recomiendo que no insista con lo suyo, puede encontrarse con un superior menos comprensivo, y….”

Esta fábula remite con excelente precisión, situaciones cotidianas, ¿a quién no le pasa algo similar?

Deberíamos estar alertas ante tantas formas alienantes, que de tanto vivenciarlas se convierten en lo común. Largas colas, trámites frustrantes, informaciones erróneas, engaños, son formas patológicas de vida que nos invaden.

Conviene preguntarse qué grado de renuncia ponemos en juego a consecuencia de resultar eficientes y competentes.
Experimentar la sensación de estar atados de pies y manos para conservar un puesto, un lugar social, un status económico suele ser común.
Ante las denuncias se suele hacer oídos sordos, con lo cual la libertad de expresión se convierte en hablarle a un muro, sin interlocutores que hagan valer el derecho ajeno.
Un primer paso es cuestionarse el lugar en que cada uno de nosotros estamos implicados y qué está a nuestro alcance para promover un cambio.

LIC. ANDREA MARINO (psicóloga)


jueves, 14 de febrero de 2008

LOS TIEMPOS QUE VIVIMOS Y LA ANGUSTIA






El ritmo diario, la preocupación por el trabajo, el dinero, las demandas de los hijos, el poco tiempo para lo propio, los cambios generacionales, el impacto de los conflictos mundiales, suele ser mucha la presión.

En esta época postmoderna asistimos a un montón de cambios que rebasan muchas veces nuestra capacidad de adaptación y hasta de entendimiento de las circunstancias.
Se escucha cada vez más de la depresión, los ataques de pánico, y otras “patologías con nombres modernos” donde no cabe duda, más allá de la denominación, que la gente se angustia.

Y la angustia siempre fue un sentimiento presente, tampoco es nuevo, pero sí hay muchas causas actuales, de estos tiempos, que la detonan.

De igual modo se habla de manifestaciones psicosomáticas, es decir que el cuerpo “habla”, hace síntoma y nos pide una forma de parar.
Claro, pero cómo lo logramos? Sentimos que no podemos parar porque las obligaciones son muchas y que no tenemos quién nos suplante.

A veces creemos que somos el centro del mundo: ¿qué pasaría si uno no estuviese? Y seguramente aunque mañana dejemos de estar en este mundo, las cosas seguirían su curso. Y a pesar de nuestra herida narcisista, por pensar y comprobar que no somos imprescindibles, no sabemos cómo hacer un viraje para vivir con menos stress.

Sí! Stress, otra palabra cotidiana, que abarca nuestras áreas, stress en el trabajo, stress por el estudio, stress por el ritmo diario, stress….

Entonces, con este panorama, cómo no ver gente angustiada!, pero de toda crisis puede resurgir algo positivo, y que lejos de seguir adaptándonos, podamos producir un viraje y esa es la idea.

El ser humano por suerte tiene la capacidad innovadora, puede crear y una conmoción personal, lo puede llevar a la depresión, sí, pero también puede consecuentemente crecer y superarse.

No en vano la frase de Nietzche “todo lo que no te mata, te fortalece”, en este punto, la angustia se convierte en una señal de cambio, se pueden enmarcar una serie de ítems que nos hacen padecer y dejar de ser víctimas para generar algo distinto con ello.

Y en lo cotidiano de las consultas psicológicas, los pacientes, llegan angustiados, lógicamente, sino no vendrían. El preguntarse por lo que les pasa y generarse un espacio terapéutico ya es un buen indicio.

En los actos y la vorágine diaria, se pueden hacer varias revisiones.
Analizar de qué forma podemos modificar algo de lo tormentoso que nos aqueja. Muchas veces dentro de ese listado aparece el trabajo y las presiones laborales, y es raro encontrar gente que diga “hago lo que me gusta y trabajo cómodo, de lo que quiero”.

Consecuentemente se observa que cada vez hay más tendencias de pasar al acto, tapar situaciones, si se puede a través del consumo de objetos, comprando compulsivamente, intentando obturar los puntos conflictivos.

La propuesta es poder frenar, al menos en nuestros pensamientos: pensar, decidir cómo queremos continuar, buscar ayuda.

Saber que no es necesario repetir hasta el final de nuestra vida la misma modalidad que nos atormenta, que un cambio no es mágico, nada es de un día para el otro, son procesos y no fáciles.

Pero siempre se puede hacer de un modo diferente con lo que nos pasa.
Estamos condicionados por circunstancias, nunca determinados, hay seres humanos que de una situación horrorosa, han sacado respuestas positivas y de crecimiento (por ejemplo en los campos de concentración, una enfermedad, la guerra, etc.)

Es decir, depende de cada quién y que se encuentre la forma propia de generar cambios y crecimiento.

Por último propongo visitar la web, donde se puede encontrar alguna punta de cambio.


LIC ANDREA MARINO

www.haciendolazos.es.tl







































HISTORIA DE LAS CONDICIONES LABORALES

Pareciera extraño que ciertas formas de desempeño laboral sumieran al ser
humano en un estado de desubjetivación. La sensación de extrañamiento traba el funcionamiento mental, debido a la apatía, el cansancio, la rutina.
De este modo se desdibuja el comportamiento creativo, libre, innovador. Es común ver formas operativas impuestas en la cual no se tiene en cuenta a la persona y resulta un número más, sin considerar sus metas, ambiciones o simp lemente que su vida trasciende el ámbito laboral.
Ya en el siglo XVIII se propiciaban slogans capitalistas como "el trabajo es salud" o "los que se esfuerzan progresan" y así se generaron brechas entre los asalariados y los proletarios que se seguían sumiendo en la pobreza, a pesar de trabajar sin pausas.
La contradicción entre la ideología y la realidad, el mito y la explotación, generó síntomas colectivos: que por padecerlos la mayoría, parecieron formar parte de la normalidad.
Dicho síntoma no fue sólo socio-histórico, la explotación, rigidez en las formas de trabajo, minusvalía, rutina, monotonía,peligros laborales y malas condiciones ambientales, generaron un intenso grado de desprotección.
Llevado a la esfera individual, se generó la despersonalización, el exceso de esfuerzo físico o mental, y se produjerton las consecuentes patologías.
Hoy en día, el trabajador emplea entre 8 y 13 horas diarias que implica más del 70 % de su tiempo de vigilia, y cuando no se contemplan los derechos y necesidades individuales, se vuelve generador de violencia contenida.
El sufrimiento psíquico desencadena comportamientos antisociales , porque " no se permite crear,pensar, cuestionar, no hay espacio para la reflexión, el cambio".
A la angustia y depresión se le suman descompensaciones orgánicas y se habla de stress, como lo cotidiano y hasta OBLIGADO, pero no nos detenemos a analizar el grado de implicación en nuestro desempeño laboral que promueve a esos estados displacenteros.
Convengamos que trascienden la oficina, el estudio, el negocio, etc. La angustia abaca la vida cotidiana y hasta los momentos de ocio y pareciera que estamos dentro de una encerrona. Sería aconsejable buscar el modo personal de sentirse identificados con lo que hacemos, al menos en algunos aspectos, ir en búsqueda de la vocación, satisfacciones, espacios que nos aseguren cierta identidad, y bregar por menos quiebres entre los planos afectivos y los cognitivos.
Y sin dejar de pertenecer a un entorno social, ni devenir aislados, poder concordar con algunos de nuestros ideales de independencia y satisfacción con lo que hacemos y somos.
LIC. ANDREA MARINO (psicoanalista)